La misión del Arte es el conocimiento de la verdad humana

Os invito a que no creáis una palabra de todo lo que no pueda demostrar.

Me siento un farsante. Sinceramente, ¡creo que toda mi vida es una gran mentira!

La falta de medios, permisos y equipo, impide que ejecute mis acciones tal y como las concibo.

Me inspira luchar con integridad y dignidad, por un Arte capaz de crear Acciones de Compromiso Social.

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Javier Muro. Escultor.

Javier.  Este enjuto Tesla navarro, se escapa del rebaño una y otra vez, aburrido del "sentido común" que impregna nuestras concien- cias. Al final, acabamos haciendo lo que se hace, pintando lo que se pinta, pensando lo que se piensa. John Otazu, hace lo que no se hace, piensa lo que no se piensa, crea lo que no se crea. Deambula por los márgenes de la inspiración haciendo grande el ridículo.

John. Muy bruto y directo.¡Me encanta! ¿Puedes precisar el final? Al deambular por los márgenes de la inspiración, ¿significa que hago "un gran" ridículo, o que transformo ese concepto en arte?

Javier. Ridículo sublimado como arte. Digamos que eres capaz de 
trascenderlo 
y con él construyes. Es muy complicado porque, el ridículo, es un material muy inexplorado. Quiero pensar, que tú aprovechas las acciones "ridículas" como un material inédito e inesperado. 

Corrijo el final, no quiero que pueda dar pie a la duda o interpretaciones. Acabaría así: "Deambula por los márgenes de la inspiración haciendo inolvidable su apuesta". 

John. Nota al margen de la conversación. 
Pienso, que tras reflexionarlo, vuelvo a mi primera impresión: bruto y directo. Me parece genial, amigo Javier, tu enfoque, esa idea tuya de: 

"hacer grande el ridículo".
 
Esa vuelta de tuerca; ese cambio de perspectiva al transmutar un concepto tan despectivo, en valor artístico.     


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