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Familia indigente pidiendo limosna en el Planetario de Pamplona |
¡Qué difícil es hacer arte! Quizás, éste sea el más delicado de mis Atrapamientos. No socavar la dignidad humana al servirse de ella para hacer Arte, es una titánica labor, sólo reservada a mentes limpias. Hay quien dice, que todo tiene un límite; que hay cosas que bajo ningún concepto se deben rebasar. Por ejemplo: llamar arte, a la pública humillación de una familia sin recursos al amparo de un marco tan prestigioso como el Planetario de Pamplona.
Como ocurre con todo en la vida, nunca debiéramos juzgar sin contrastar la información. Por desgracia, en este circo de vida, hay demasiados especímenes frustrados que arremeten, sin ton ni son, contra todo aquello que no coincide exactamente con su credo.
Allá por el 96, realicé un exposición de pintura y escultura que rompió récords de asistencia. Para su clausura, con la inestimable ayuda de mi directora de producción, Virginia Gil, preparamos una serie de Atrapamientos:
1º Niños en los mismos pupitres con los que estudié en la escuela.
2º Señora embarazada (a falta de 3 días para dar a luz).
3º Joven con moto de gran cilindrada por la exposición.
4º Hubo una obra que no se ejecutó según su concepción. Hicimos la gestión para atrapar prostitutas en el ejercicio de su profesión. Las chicas venían desde Rusia. Un contratiempo, hizo que llegaran tarde a la cita.
5º Equipo de Onda Cero noticias, en plena emisión en directo a las ordenes de José Luis Miral.
6º Una familia pobre. Padres, Cristina y Feliciano; y sus hijos.
7º El público en general.
Hay artistas que utilizan sucedáneos/copias/sustitutos que emulan al original. Tal y como concibo mi arte, semejante circunstancia es inconcebible en mi obra. La verdad debiera ser indisfrazable. Las putas tenían que ser putas; los niños tenían que ser niños; y la familia pobre, obviamente, no podían ser actores, tenían que ser auténticos pobres.
Parir una idea, es algo mágico. ¡Sublime! Aún y todo, no es nada en comparación a cuando tienes que enfrentarte a su pura y llana ejecución. En la soledad de ti mismo, en la comodidad y seguridad que otorga tu estatus, es fácil auto engañarse creyendo que tienes el control de tu vida. Pero cuando llega el momento de la verdad, y tienes que salir a la calle a buscar una familia que se preste a tan delicado juego, la cosa se complica una barbaridad.
Dimos con ellos. Tras varias conversaciones, en las que pudimos explicarles con un lenguaje sencillo la filosofía de mi obra, logramos que accedieran. Entendieron mi propuesta desde el principio. ¡Fue increíble! Llegó el día y se portaron como unos profesionales. Estuvieron dignos de admirar. La gente los trató con gran cariño y respeto. Por mediación de otras personas, conseguimos ayuda para paliar un poco su situación. Ojalá, hoy se encuentren en mejor situación.
Ver fotosComo ocurre con todo en la vida, nunca debiéramos juzgar sin contrastar la información. Por desgracia, en este circo de vida, hay demasiados especímenes frustrados que arremeten, sin ton ni son, contra todo aquello que no coincide exactamente con su credo.
Allá por el 96, realicé un exposición de pintura y escultura que rompió récords de asistencia. Para su clausura, con la inestimable ayuda de mi directora de producción, Virginia Gil, preparamos una serie de Atrapamientos:
1º Niños en los mismos pupitres con los que estudié en la escuela.
2º Señora embarazada (a falta de 3 días para dar a luz).
3º Joven con moto de gran cilindrada por la exposición.
4º Hubo una obra que no se ejecutó según su concepción. Hicimos la gestión para atrapar prostitutas en el ejercicio de su profesión. Las chicas venían desde Rusia. Un contratiempo, hizo que llegaran tarde a la cita.
5º Equipo de Onda Cero noticias, en plena emisión en directo a las ordenes de José Luis Miral.
6º Una familia pobre. Padres, Cristina y Feliciano; y sus hijos.
7º El público en general.
Hay artistas que utilizan sucedáneos/copias/sustitutos que emulan al original. Tal y como concibo mi arte, semejante circunstancia es inconcebible en mi obra. La verdad debiera ser indisfrazable. Las putas tenían que ser putas; los niños tenían que ser niños; y la familia pobre, obviamente, no podían ser actores, tenían que ser auténticos pobres.
Parir una idea, es algo mágico. ¡Sublime! Aún y todo, no es nada en comparación a cuando tienes que enfrentarte a su pura y llana ejecución. En la soledad de ti mismo, en la comodidad y seguridad que otorga tu estatus, es fácil auto engañarse creyendo que tienes el control de tu vida. Pero cuando llega el momento de la verdad, y tienes que salir a la calle a buscar una familia que se preste a tan delicado juego, la cosa se complica una barbaridad.
Dimos con ellos. Tras varias conversaciones, en las que pudimos explicarles con un lenguaje sencillo la filosofía de mi obra, logramos que accedieran. Entendieron mi propuesta desde el principio. ¡Fue increíble! Llegó el día y se portaron como unos profesionales. Estuvieron dignos de admirar. La gente los trató con gran cariño y respeto. Por mediación de otras personas, conseguimos ayuda para paliar un poco su situación. Ojalá, hoy se encuentren en mejor situación.
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