La misión del Arte es el conocimiento de la verdad humana

Os invito a que no creáis una palabra de todo lo que no pueda demostrar.

Me siento un farsante. Sinceramente, ¡creo que toda mi vida es una gran mentira!

La falta de medios, permisos y equipo, impide que ejecute mis acciones tal y como las concibo.

Me inspira luchar con integridad y dignidad, por un Arte capaz de crear Acciones de Compromiso Social.

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Síndrome de Estocolmo / John el torturador

Niños atrapados en el Estudio Escuela

Nuestro amigo lo dejó bien claro: "Dejad que los niños se acerquen a mí". Si esta raza tuviera un mínimo de coherencia y decencia, sería un auténtico placer vivir en la Tierra. Pero no. Tenemos que permitir que afloren nuestros más perversos instintos. No hay día en el que algún desaprensivo, no perpetre la más ignominiosa de las crueldades humanas: abusar de los niños. 

A mi juicio, el problema es fácil de resolver: 
cambiar las leyes actuales

Hablando sin ironía siquiera, las leyes de hoy en día, a uno le da la sensación que están promulgadas por pederastas y ratas de la misma camada. Si no, no se entiende que las penas impuestas por semejantes atrocidades sean tan benévolas. 'Haciendo de' alma del diablo, estoy convencido, que si todos nuestros ilustres juristas y demás secuaces, sufrieran en sus propias carnes la indescriptible amargura de ver sus hijos violados, pienso, que entonces sí se crearían leyes en consonancia. Pero, ¡como estas 'bobadas'!, ocurren en su mayoría al pueblo llano, entonces la cosa cambia. A la ley de reinserción social, le preocupa más la protección de la manzana podrida que la del resto del canasto. 

No obstante, es responsabilidad de todos los ciudadanos emprender una política de cambio. Todos y cada uno de nosotros, desde la propia individualidad, tenemos mucho más poder del que nos imaginamos a la hora de ejercer presión social.

Respecto a estos niños de Sada atrapados, sólo puedo decir, que con su inocencia y predisposición, tuvieron la divina gracia de regalarme una inestimable obra de arte. En mi pueblo, por mi Estudio de la Escuela, han pasado todos los niños. Cuando la mente y el espíritu de un adulto se abre y se deja abrazar por la espontaneidad de almas tan puras, uno no puede hacer otra cosa que desvelarse por enseñarles todo aquello que les pueda servir el día de mañana. 

Nunca me ha preocupado la opinión infundada de la vasta horda de lumbreras que hay por doquier. Afortunadamente, mi pueblo está hecho de otra pasta. Jamás he tenido problemas con los padres de los zagales. Cosa harto enrevesada, dada la gran disparidad de rocambolescas acciones artísticas que hemos realizado. Estaría bien preguntarles, ahora que ya son hombres hechos y derechos, si padecieron con mi arte algún tipo de trauma. Probablemente, su respuesta sería afirmativa, dirían que sufrieron el: 
'Síndrome de John'


Mi más entrañable y sincera gratitud a Miguel, Javier y Alberto.

¡¡Gracias por ser tan increíbles¡¡

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