33 Colaboradores performanceros

Posando en la puerta de mi casa

No he tenido la dicha de trabajar nunca con auténticos profesionales dedicados en cuerpo y alma a su labor. Esta lamentable ausencia, ha propiciado que mi trabajo nunca lo haya podido ejecutar tal y como lo había concebido. En estas condiciones, es materialmente imposible trabajar dignamente. No obstante, me siento un gran afortunado por haber tenido el honor y el privilegio de haber contado con la inestimable ayuda y comprensión de todos los que de una u otra manera me han apoyado. 

Por los Estudios Escuela y Aguardientería de mi pueblo, ha pasado toda la chavalería a lo largo de mi carrera artística. He procurado instruir tanto su mente como sus emociones. Si de algo peco en esta vida, es de ser un predicador. No entiendo a la gente que ve a alguien hacer algo mal y es incapaz de hacer nada al respecto; bien sea en plan (consejo, crítica o mera observación). Si a nivel individual, no nos mojamos en el intento de construir todos juntos una sociedad libre, justa, igualitaria, tolerante, respetuosa y con una mínima dosis de buen rollo para compartir nuestros dones con los demás, pienso que somos unos pobres desgraciados.

Siempre he sentido la magia del Arte desde lo más profundo de su concepto: compartir belleza y entendimiento a través de la sensibilidad. Mis ayudantes performanceros, ya sólo con su saber estar, me han ayudado a encarrilar mi desquiciado arranque adrenalítico en pos de logros impensables. 

Poco a poco iré subiendo más fotos de todos los que faltan.

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