Reciclando revistas

Ianire, Gema e Itziar

Conozco a un personaje entrañable ¡digno de admirar! que, sin haberle pedido nunca nada, se toma la molestia de darme revistas. 

Tal y como me las da -muchas, incluso retractiladas- me encargo de seguir la cadena de favor entregándoselas a otras personas. Unas, las reparto entre mis vecinos. Hay bloques que no tienen ascensor, por lo que, subir a los cuartos pisos, no hace sino reforzar más mi convicción de por qué lo hago. Otras, las ofrezco al bueno de Jorge de Iracheta y a sus amigos de la sociedad. Otras, cojo la mochila y mi velocípedo y voy desde Berriozar hasta los Cines Saide y hasta los Golem Yamaguchi y La Morea. También, les llevo a mis hermanas para la peluquería; ellas, las reciclan con sus clientes. etc. 

Toda la filosofía de mi obra, da vueltas a un mismo concepto: compartir.  Sinceramente, creo que no hay nada más hermoso que tener la dicha de ofrecer a la gente pequeños trozos de felicidad. No importa, si es a través de unas palabras de aliento, de un favor desinteresado, una palmada en la espalda, unas revistas o, simplemente, una sonrisa. Lo importante, es hacer algo que alegre, aunque sea un poco, la vida a los demás.

Ver fotos