La misión del Arte es el conocimiento de la verdad humana

Os invito a que no creáis una palabra de todo lo que no pueda demostrar.

Me siento un farsante. Sinceramente, ¡creo que toda mi vida es una gran mentira!

La falta de medios, permisos y equipo, impide que ejecute mis acciones tal y como las concibo.

Me inspira luchar con integridad y dignidad, por un Arte capaz de crear Acciones de Compromiso Social.

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23 Vueltas campana

Sierra de Leyre

¡No podéis imaginar, cómo me aburre la plasticidad mental de muchos humanos! En aquel entonces -años 80-, una de las acciones performativas que más dudas provocaba era esta. Había quien no se la creía. Me hastía tener que repetir siempre lo mismo: 

"No creas nada que no pueda demostrar". 

Percibo mi vida como si fuera una gran mentira. Luchar por ser íntegro, es devastador: un continuo sinvivir que te deja radicalmente solo. De ahí viene mi aliento artístico, de perseguir la verdad sin descanso. Todo mi trabajo performancero nace de esa interminable búsqueda. 

Pero, vamos a ver, ¡almas de cántaro!: ¿a quién en su sano juicio se le puede ocurrir lanzarse montaña abajo de tal guisa? ¡Se os va la olla o qué! ¿Acaso no veis que es muy peligroso? Tal vez, veáis demasiadas pelis. ¡Qué curioso! ¡Cómo funciona el conectoma de algunos! Me hace enorme gracia que, precisamente, duden de una acción que implica mucho menos peligro que otras. Vamos a ver si encarrilamos un poco nuestro pensamiento e intentamos ver el asunto desde otra perspectiva.

Allí, el interfecto, está bien parapetado, se halla en el lugar más indeformable del vehículo. Las Fuerzas G soportadas son perfectamente asumibles. La deformación progresiva del habitáculo, disipa la Energía Cinética adquirida en ese transcurso de tiempo y espacio determinado. ¡Vamos, que con alguna protección más, casi podía haber tomado un chocolate con churros! Por si alguien aún no ha captado la ironía y, por solo poner un ejemplo, la performance en la que voy delante del coche, es infinitamente más peligrosa. 

No sabía esquiar. Por pura intuición, aprendí en 20’ a deslizarme delante de un coche a máxima velocidad. Para más inri, lo hice evadiendo a la Benemérita con 'bombas': sin permisos; sin cortar el tráfico; sin piloto profesional; sin traje especial (pantalón de pijama, torso desnudo); sin casco; sin sujeción de seguridad; sin comunicación; sin bomberos; sin ambulancia. Carretera local, estrecha, asfalto viejo, coche viejo. Fui a 155 Km/h. mientras pintaba un óleo. Lienzo fijado al faro. La paleta de pintura en la mano izquierda, el pincel en la derecha. Para colmo: esquivé la circulación de tractores agrícolas y demás vehículos. Y, para requetecolmo: levanté un brazo y una pierna por encima de la cabeza.

Si después de leer esto, sigues dudando de mi capacidad para tomarme un chocolate con churros, me parece genial. Estas en tu derecho. Aunque tampoco te crezcas mucho, los hay más desconfiados. Incluso, hay quien no cree que hayamos ido a la luna, o los que afirman que la Tierra es plana. Como comprenderéis, queridos amigos, ante semejantes raciocinios, que alguien no me crea me produce cierta ternura. Hay por ahí suelto mucho engañador. Auténticos  pirados con sueños de grandeza que, lo único que pretenden, es llamar la atención; vivir sus 15 minutos de gloria. ¿Será John uno de ellos? Apuesto que sí. ¡Qué sinvergüenza! ¡Con lo majo que parecía!

Voy a ver si me explico bien. Mis ensayos, son eso, solo ensayos. Simples bocetos; meras pruebas que presentar al mundo, con una única intención: poder dar a luz mi obra tal y como ha sido concebida. A pesar de que en unos hay más riesgo que en otros, todos están a años luz de mi visión final. Que la gente me crea o no, me es irrelevante. Quien de verdad necesito que me crea, es una productora. Sin una producción adecuada que sea capaz de plasmar la realidad, es imposible desarrollar mi arte. Y, "esa realidad", no es otra que la de poder hacer mi trabajo en condiciones: con permisos; con medios; con un equipo profesional. 

Un Making of total; tomas de cámara ininterrumpidas que muestren la cruda verdad. Grabar una acción con todos los medios necesarios, es lo que más deseo. Pero no por dar en el morro a esa gente incrédula; o ser noticia mundial; o ser respetado artísticamente, no. Mi verdadera motivación, es puramente emocional. Mi inspiración nace de transformar la sublimación que se hace de la belleza estética, a ética. Extraer esa conmovedora belleza que irradia enfrentarse a la muerte, cara a cara. No como banal desafío, por hacer lo que nadie hace, sino por pura necesidad de intentar comprender el significado de lo Eterno; del Caos; de sentirte vivo haciéndote amigo de la muerte. 

A fin de cuentas:
 "la finalidad del arte es el conocimiento de la verdad humana". 
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En otro orden de cosas, deseo hacer una mención especial a: 

Mariano Isart

Reza el dicho: "De bien nacido, es ser agradecido".

Por ello, tengo la obligación moral de rendirle pleitesía a mi querido chofer. Y sí,  digo chofer, porque él no es un piloto profesional. Tal circunstancia, si cabe, aún le otorga más mérito. Hace falta ser de una pasta muy especial y tener una sangre fría a prueba de bombas, para conseguir desarrollar con éxito tamaña proeza. ¿Te has parado a pensar, la presión que tiene que soportar ese conductor al volante? Ser consciente de que en un parpadeo, puede pasar el coche por encima de nuestro simpar artista. ¡Mi enorme agradecimiento a Mariano Isart! ¡Sublime mi suerte por dar con alguien tan divino! No se trata solo de pilotar un coche en circunstancias tan adversas e inéditas. Su auténtica magia, reside en aportar una extraordinaria dosis de confianza. Maren, eres genuino y te adoro por ello.

¡Gracias Mariano por tu eterna sonrisa y profesionalidad!
Con personas así, es muy sencillo trabajar. 
Amigo: un privilegio y un honor. 
¡Placer brutal! 
Fotos

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