Javier Muro. Escultor.

Javier.  Este enjuto Tesla navarro, se escapa del rebaño una y otra vez, aburrido del "sentido común" que impregna nuestras concien- cias. Al final, acabamos haciendo lo que se hace, pintando lo que se pinta, pensando lo que se piensa. John Otazu, hace lo que no se hace, piensa lo que no se piensa, crea lo que no se crea. Deambula por los márgenes de la inspiración haciendo grande el ridículo.

John. Muy bruto y directo.¡Me encanta! ¿Puedes precisar el final? Al deambular por los márgenes de la inspiración, ¿significa que hago "un gran" ridículo, o que transformo ese concepto en arte?

Javier. Ridículo sublimado como arte. Digamos que eres capaz de 

trascenderlo 

y con él construyes. Es muy complicado porque, el ridículo, es un material muy inexplorado. Quiero pensar, que tú aprovechas las acciones "ridículas" como un material inédito e inesperado. 

Corrijo el final, no quiero que pueda dar pie a la duda o interpretaciones. Acabaría así: "Deambula por los márgenes de la inspiración haciendo inolvidable su apuesta". 

John. Nota al margen de la conversación. 

Pienso, que tras reflexionarlo, vuelvo a mi primera impresión: bruto y directo. Me parece genial, amigo Javier, tu enfoque, esa idea tuya de: 

"hacer grande el ridículo".

 

Esa vuelta de tuerca; ese cambio de perspectiva al transmutar un concepto tan despectivo, en valor artístico.     

Referencias

Marcos Rebollo.  Escritor, periodista. Publicado en: La Mirada. 

«La vida de John Otazu es una obra de arte. 

Suena a eslogan publicitario, pero es verdad».

Andrés Aberasturi, presenta la conferencia del escritor Antxón Urrosolo en el Museo de Navarra. Antxón, cita textualmente: 

Armado con un revolver y un machete ante SS. MM. los Reyes de España

«Yo me siento un alumno a su lado. Aluciné cuando lo vi. Es un hombre que nadie le creerá, porque lleva la verdad ¡a un nivel tan absoluto! Decía Kant, que la verdad absoluta no existe; pero en el caso de John no es así. Es tan sincero, que es imposible creerle. He soñado muchas veces con él. Algunos piensan que está ¡rematadamente loco! A mí me parece que es Arte lo que hace. Lo digo de verdad, y con mucho respeto, es Arte. Me sorprende  y me fascina. No hay personaje en toda España, capaz de llevar esa provocación al máximo. Yo he visto imágenes alucinantes de John que se pueden vender a cualquier parte del mundo».

Gillian Miller.  Tate Gallery Liverpool. Development Manager. 

Citado en la Embajada de España en Londres.

Gillian (derecha) con mi hermano y Virginia Gil: directora de producción

«La investigación que haces con tus performances, pienso que es realmente seria. Es un trabajo de calidad, muy atrevido y original.  Tienes otra forma de ver las cosas. Vamos a estudiar el hacer una exposición».

Lise Romanoff.  Vice President, Worldwide Distribution, CA, GRB Entertainment. Fax a José Escola: director de marketing de S.A.V.

«Déjame empezar diciendo que estamos muy impresionados con la presentación de John. ¡Es excepcional!».

Excmo. Señor D. Alberto Aza.  Embajador en Londres. 

Jefe de la Casa de Su Majestad el Rey.

«El trabajo de John Otazu me parece diferente, serio y de gran calidad».  

 

R E F E R E N C I A S

R E F E R E N C I A S   -   C R E D E N C I A L E S

Vincent Van Gogh

«¿Qué sería de la vida 

si no tuviéramos el valor de intentar 

algo nuevo?».

Juana de Aizpuru.

Galerista. Entrevista en Radio.

Carlos Urroz: director de Arco, SS. MM. y Juana de Aizpuru

«Por todas las cosas tan increíbles 

que haces, y por el 

entusiasmo 

con el que defiendes tu trabajo, 

a la fuerza ha de resultar interesante».

Gillian Miller.  

Tate Gallery Liverpool. Development Manager. 

Citado en la Embajada de España en Londres.

«La investigación que haces con tus per-formances, pienso que es realmente seria. Un trabajo de calidad, muy atrevido y original.  

Tienes

otra forma de ver las cosas.

 

Vamos a estudiar hacer una exposición».

      Rosina Gómez Baeza. 

      Directora ARCO. Dicho en su despacho.

Foto: Mario Larrode

«La 

pasión 

con la que defiendes tu trabajo, 

¡es realmente admirable!».

Fernando Vijande. Galerista.

Vijande, retratado por Andy Warhol

«Mira JJ, valoro mucho tu trabajo. 

¡Me parece increíble! 

Me gusta la 

coherencia 

con la que creas tu propio personaje, pero tienes que aprender a venderte. No es de extrañar que el mundo no te comprenda. Eres tan transparente y directo, que das miedo. Me parecen geniales esas ideas que tienes». 

Antxón Urrosolo, escritor. 

Andrés Aberasturi, escritor. 

Andrés, presenta conferencia: Museo Navarra. 

Juan Naharro Gimenez.

Getty Images.

                                    Antxón: 

«Me siento un alumno a su lado. Aluciné cuando lo vi. Es un hombre que nadie le creerá, porque lleva la 

verdad 

¡a un nivel tan absoluto! 

Decía Kant, que la verdad absoluta no existe; 

pero en el caso de John, no es así.

¡Eh! Nadie le cree.

Es tan sincero que es imposible creerle. 

Yo he soñado muchas veces con él. 

Algunos piensan que ¡está rematadamente loco! 

A mí me parece que es arte lo que hace. Lo digo de verdad, muy sinceramente y con mucho respeto: 

es arte. 

¡No hay personaje en toda España, capaz de llevar esa provocación al máximo! Yo he visto imágenes aluci-nantes de John que se pueden vender a cualquier parte del mundo».

¡Me sorprende y me fascina!

Fernando Sánchez-Dragó. Escritor. 

Curso de verano en San Lorenzo de El Escorial.

Extraído de una conversación un día de tapas por Soria.

Atrapamiento: 

"Gaia, los derechos de la Madre Tierra 

y el Pacto del Arco Iris".

Invitados: Isidro-Juan Palacios, director de Próximo Milenio; Alaska, cantante; Fernando Arrabal, dramaturgo; José María Aznar, ex-presidente del Gobierno.

«Un Quijote de nuestro tiempo. 

Un hidalgo de los de lanza en ristre. Sólo que, John, sustituye ésta, por la paleta de pintura en una mano y el pincel en la otra; arre-metiendo presto contra la mediocridad».

Nota de John:

A la tarde, Sánchez-Dragó me presentó al público. Nunca antes, alguien con tal alcance intelectual, me había hecho una exposición tan incisiva, esclarecedora, comprometida y, por qué no decirlo, halagadora, con mi con-trovertida trayectoria artística.  

Como es condición sine qua non en mi periplo existencial, aconteció la debacle: justo al empezar Fernando su disertación, mi cama-rógrafo cortó la grabación. Al parecer, estimó más oportuno:

1º Que la palabra de un eminente literato, carecía de relevancia, precisamente, en algo tan sui géneris como es una presentación.  

2º Tampoco consideró acertado, que todo un Premio Planeta, se recreara con el variopinto arte del que, curiosamente, era el protago-nista del reportaje. Como en el cine: sin guión y tono, la historia naufraga. Debió pensar, que la espectacularidad en cuerdas y personajes mediáticos, ya había solucionado su faena. Mi investigación filo-psicológica no estaba en su escaleta. Ni corto ni perezoso, decidió cambiar de ángulo. Para cuando atravesó el salón de actos y encontró nuevo tiro de cámara, el espaldarazo cultural con el que Fernandito había sellado mi trabajo, se desvaneció en el olvido. 

Fernando Arrabal.  Escritor. 

Programa  TV de José Luís Coll: 

“Hablando, se entiende la gente”.

 

«Iba siendo hora, que un 

pintor 

español, entrara dentro de esta tradición de 

vanguardia mundial».

 

 

José Ulibarrena.  Escultor. 

Museo de Navarra: inauguración de escultura.

Foto: Arelizalde

«Fíjate tú, qué cosa, ¿no ves? El mismo sabe 

-refiriéndose a John-, que tiene un tempe-ramento de esas cosas sorpresivas, ¡ahí queda eso, umh! Pero como no está en todo ese tinglado de todos esos multinacio-nalismos, ¿comprendes? Pues este es de Sada y, el otro, que ha nacido en Chicago, en la no sé qué calle de, y que es de...    ¿Comprendes? Pero lo que es de cosas, pues de veras sorpresivas...

Sí, yo soy muy muy, eso sí, muy pasional ¡eh!, de lo que han dicho aquí nuestros antepa-sados. O lo que haces tú. A ver si me vas a decir que yo soy desdeñoso con lo que tú haces. ¡Me parece más gracioso que no se qué! Bueno, pues tú por ejemplo, ¡eh! ¡Sabes tú qué cosas, tan de veras

pletóricas 

de optimismo! Y no me vengas a decir que, por ejemplo, todos estos que no hacen más que gritar, ¿comprendes? Y tiran las sillas y todo. Vamos a ver: ¿pero por qué no conocéis a John vosotros? Y ya está. O sea que, no es que diga nada contra los modernícolas, es que estos modernícolas, ¡son tan corticos!, que no saben que esa palabrica ya tiene siete siglos y medio u ocho.

 ¡Vamos a ver si nos entendemos!...».

José María Sicilia. Pintor. 

Dicho en su inauguración de pintura, Londres.

«Esa sensación de peligro que buscas, 

aunque en otro nivel, 

yo la encuentro en las flores por ejemplo; 

en ellas hay belleza y peligro. 

Me gusta la 

actitud 

con la que afrontas tu trabajo».

Alicia Ezker.  

Periodista. Publicado en: Diario de Noticias.

«Esta nueva manifestación artística,

 responde a su continuado afán de

búsqueda de nuevos lenguajes 

con los que seguir completando su dilatada y polifacética trayectoria creativa; siempre

 innovadora, arriesgada 

y comprometida. 

Su obra sorprende siempre, tenga el formato que tenga, porque está en continuo cambio, 

como él mismo, 

en la búsqueda continua de la belleza».

 

Marcos Rebollo.  

Escritor, periodista. Publicado en: La Mirada. 

«La vida de John Otazu es una

 

obra de arte.

 

Suena a eslogan publicitario, pero es verdad».

Mikel Muez.  

Periodista. Publicado en: El País.

«La creatividad peligrosa de Otazu.

 Arte sorprendente. 

Los resultados artísticos de sus arriesgadas vías creativas son variados y están sometidos al criterio de los entendidos. Lo innegable, es que sus fórmulas,

van más allá

de lo habitual. Para quien haya podido obser-var las imágenes de algunas de sus hazañas, está claro que colocan realmente al artista navarro entre la vida y la muerte, mientras él se dedica, pincel en la mano derecha y paleta en la izquierda, a plasmar el momento en un cuadro».

        Miriana Gerhardt.  

        Periodista. Publicación sin contrastar.

Portada elegida al azar

«Vamos a realizar un reportaje de tu ‘Atrapamiento’. 

Tiene enorme fuerza visual 

y 

un contenido 

  innovador». 

Juan Zapater.

Periodista. Publicado en: Revista de Arte, RNA.

En su despacho: Bilbao Arte. / Santos Cirilo

«En Sada, en ruta de piedras medievales y gestas históricas, a la sombra de su torre, en los meandros de los que, en otro tiempo, fue la escuela pública, John Otazu libra cada día una batalla distinta. Con cada amanecer trueca sus armas, muda el gesto y cambia la referencia. A veces se adentra por el recuerdo de Joseph Beuys; otras, sin romper con Fluxus, gira intuitivamente hacia Wolf Vostell. Hay momentos y acciones entre cuyos pliegues bien podría latir, traicionados por supuesto, ecos turbios, imprecisos de Duchamp y no faltará quien se sorprenda al mirar sus retratos de Cristo y sus bodegones atrapados pensando en qué razones llevan al autor de esas obras para lanzarse delante de un coche, a 200 kilómetros por hora, con sonrisa incontenible y tic daliniano. Pocos se atreven a descifrar cómo se conjuga la verdad que emana de sus pinturas de los niños de Bosnia con esa dramaturgia autosacramental coronada por alambre de espinos con la que Otazu, a veces, se expone ante el público.

Y es que John, desconfía del estilo y anhela la comunicación, es presa de una

pasión desbordada 

y se reafirma en la necesidad de ese estado febril, no admite categorías y sí se deja llevar por el entusiasmo, el mismo que le lleva a cruzar esa frágil línea entre lo genial y lo excéntrico, entre la signatura honda de significados telúricos y la provocación en cuya parafernalia se ahoga su significado último. 

Otazu disfruta con abandonarse a todos los sentidos menos al común, el menos humano de todos ellos.Y es por ello por lo que, muy a menudo, el espectador de sus obras se encuentra ante la paradoja de que el bosque desmedido de su trabajo eclipsa ese

 

grito interior que anida en cada obra,

 

no importa su origen, su proceso de elaboración ni su destino, en todas ellas late el mismo grito,

 

grito que emana de la tierra, 

grito que reclama la vida,

 

grito que lucha por escapar de esa celda en la que se ha convertido nuestro mundo. Y es grito ensordecedor a veces, inaudible de vez en cuando, grito solemne y ritual, grito íntimo».

Antonia Estévez. 

Periodista. Publicado en: El País.

«John Otazu, el único que pintó en ARCO. 

Le vimos 

pringado de pintura, 

porque no pudo resistirse.

...cuándo otazú vio ante sí un lienzo en blanco, se le nublaron los ojos, agarró el pincel y no lo soltó en tres horas, pintándose prácticamente el solito todo un cuadro. La gente se acercaba tímidamente y lo veía tan enfrascado que, todo lo más, hacía un puntito en las orillas del lienzo sin molestar sus trazos mientras Otazu seguía impertérrito con el pincel».

 

Lise Romanoff.  Vice President. 

Worldwide Distribution, California, 

GRB Entertainment. Fax enviado a: S.A.V.

GRB Studios, EE.UU. Importante productora y distribuidora de cine y televisión: Paramount Network, Travel Channel, A&E, TLC, National Geographic...  

«Déjame empezar diciendo, 

que estamos muy impresionados con la presentación de John. 

¡Es excepcional!».

Jesús Hermida.  

Periodista. 

Programa TV: 

“Las mañanas de Jesús Hermida”.

«Su trabajo me parece

sorprendente.

 

Me lo llevo a casa para estudiarlo detenidamente».

Encarna Sánchez.  Periodista. 

Entrevista de Radio: “Directamente Encarna”.

«¡Enhorabuena! 

¿Sabes por qué? Porque es bueno, de vez en cuando, acabar con la rutina, con la desidia, con la monotonía. Mira, yo pienso Juan José, que a la vida

 

hay que ponerle un toque de locura 

que nos haga despertar. 

Y, si encima, llamas la atención y se cotizan más tus cuadros -si tienes talento claro, no vamos a pagar la extravagancia, lo que pagamos es el talento-, pues muy bien».

Pilar Socorro.  

Periodista. 

Programa: “Qué quieres que te diga”.

«La auténtica realidad, es que muy pocos nos atrevemos a cometer esas locuras que sólo existen en la mente y, mucho menos, a llevar a cabo una vida llena de riesgo. 

Me imagino que 

las musas 

no pueden seguir tu ritmo 

¿no?».

   Javier Sardá / Señor Casamajor. 

   Periodista. Entrevista de Radio: “La Bisagra”.

«Yo creo que John, 

se presenta a un concurso de 

locos 

y gana el primer premio».

       Alberto Oliveras.  

       Periodista. 

       Programa de TV: “El club de la aventura”.    

«Dalí,

 

se hubiera muerto de envidia. 

Ves, 

hubiera sido un buen mecenas 

para tu causa».

Excmo Señor D. Alberto Aza.

Embajador en Londres. 

Jefe de la Casa de Su Majestad el Rey.

Atrapamiento en Covent Garden 

“Especies humanas”.

Relevantes medios de comunicación británi-cos, iban a reflejar el evento. Lo que hubiera supuesto un importante espaldarazo a mi trabajo, quedó eclipsado por la triste muerte (en mitad de la obra), de la persona más mediática del mundo: la princesa Lady Di.  

«El trabajo de John Otazu me parece

    diferente, serio y de gran calidad».  

Anónimos.  
Libro en blanco. 

Exposición en el Planetario de Pamplona. 

«Todo lo que deseaba decirte, lo he gritado dentro de “El Confesionario” porque en el fondo, tú estabas allí, en tu obra, así que ya lo sabes todo».  

«Siento que has ido al caos 

y

 te has traído un parpadeo,

 ¿vale? 

Casi das miedo, casi no te entiendo,  

¿o sí?».

«John Otazu, ¡Un loco Genial!».

Elena Ochoa Foster.

Fundadora y directora de la editorial

Ivorypress Art + Books.

«En fin, no existen modelos psicológicos ni biológicos que, por el momento, expliquen la creatividad. Y quizá no existirán nunca, ya que, por definición, no podemos escudriñar lo irracional con códigos racionales. Sería como intentar levantarse tirando de los cordones de los zapatos. 

Para analizar un sistema 

hay que estar fuera de él 

o ser más amplio que él. 

Y la razón 

nunca será más amplia que la 

imaginación».